El Sonido:
El universo entero es
vibración por lo tanto sonido. Aunque vibre en unos tonos que no podemos oír.
Los animales oyen gamas de frecuencia que nosotros no podemos percibir y no por eso esos sonidos no existen. Hasta la madera y el metal aunque los veamos sólidos son partículas en movimiento y por tanto vibración. Nosotros somos vibración.
Formamos parte de la vibración universal. (A mi me gusta llamarle Conciencia Universal, de la que forma parte incluso el mundo mineral). El universo entero no es más que una vibración continua que va desde los tonos más densos (el mundo mineral) hasta los más sutiles (¿Dioses?) y que solo nuestra conciencia fragmentada, ve de forma separada: diferentes personas, arboles, animales, planetas, estrellas, cuerpo, conciencia.....
Los animales oyen gamas de frecuencia que nosotros no podemos percibir y no por eso esos sonidos no existen. Hasta la madera y el metal aunque los veamos sólidos son partículas en movimiento y por tanto vibración. Nosotros somos vibración.
Formamos parte de la vibración universal. (A mi me gusta llamarle Conciencia Universal, de la que forma parte incluso el mundo mineral). El universo entero no es más que una vibración continua que va desde los tonos más densos (el mundo mineral) hasta los más sutiles (¿Dioses?) y que solo nuestra conciencia fragmentada, ve de forma separada: diferentes personas, arboles, animales, planetas, estrellas, cuerpo, conciencia.....
La Música:
Es la forma de lenguaje
más cercana a la Conciencia Universal, por eso nos conmocionamos con el sonido
adecuado y experimentamos sensaciones difíciles de explicar con palabras. La
Música adecuada toca las cuerdas de un instrumento que es nuestra conciencia,
provocando experiencias de integración personal (músicas nueva era, clásica,
religiosa) o de disolución, e identificación con la tribu o pueblo (ritmos
étnicos, música de discoteca) todas cumplen su función ya que entrenan la
capacidad de variar el estado de conciencia y por tanto de penetrar al
"otro lado". Ya sea al lado de la Conciencia Universal o al lado de
la Conciencia Grupal. (Que al fin y al cabo son la misma Conciencia).
El Cerebro:
En toda esta gama de
frecuencias sonoras que anteriormente he mencionado (Desde las piedras hasta La
Conciencia). Nuestro cerebro solo "ve" unas gamas determinadas, casi
imprescindibles para funcionar con soltura en este medio tridimensional. A
saber: de 20 vibraciones por segundo hasta 20.000, están las perceptibles por
nuestros oídos. Del rojo al violeta son los colores percibidos por nuestros
ojos (aunque se extiendan más allá, arriba y abajo). Todos los posibles olores
y sabores (que también son vibraciones). Y el sinfín de texturas que podemos
distinguir con nuestra piel. Tal y como yo las veo son diferentes notas (y no
todas) de un solo acorde musical que es el Universo.
Pero el cerebro no solo
es receptor de vibraciones sino además es emisor. Está comprobado desde hace
tiempo y gracias a los electroencefalogramas que el cerebro emite unas ondas de
intensidad y frecuencia variable dependiendo del estado mental de la persona a
la que se está observando. Estas ondas están clasificadas en:
- Beta: desde 13 vibraciones por
segundo hasta 28 y corresponden a estados de atención consciente, ansia,
sorpresa, miedo, estrés.
- Alfa: desde 7,5 Hertz.
(vibraciones por segundo) hasta 13 y corresponde a estados de
tranquilidad, relajación, meditación.
- Theta (Zeta): desde 3,5 Hertz.
hasta 7,5 correspondiendo a estados de incertidumbre, problemas sin
resolver, sueños lúcidos.
- Delta: desde 0,2 Hertz. hasta
3,5 y corresponde al sueño profundo, Trance hipnótico, fase REM del sueño.
El círculo se cierra:
Ya mencioné que la
música modificaba el estado de conciencia, todos lo hemos comprobado: desde una
música que nos hace saltar los nervios hasta otra que nos transporta a parajes
escondidos en nuestro interior. Siempre se ha utilizado esa cualidad del sonido
para entrar en contacto con la conciencia interior y se ha usado por todos los
pueblos de nuestro planeta: desde los ritmos acelerados para forzar el trance
de los pueblos africanos, americanos, etc. (Ritmos Beta), hasta las ragas
pausadas de la música Hindú (Ritmos Alfa...). O para cosas más prácticas como
la música militar: para distraer momentáneamente la decisión individual.
Se sabe que el cerebro tiende a seguir los estímulos rítmicos y que se sintoniza con ellos (No solo con el sonido si no también con la luz que también es vibración). Por lo tanto si hacemos que una persona oiga un ritmo de frecuencia 10 Hertz y que vea una luz parpadeando y sincronizada con la misma frecuencia, conseguiremos en relativo poco tiempo un estado de relajación inducido artificialmente, clasificado dentro de los estados Alfa.
Se sabe que el cerebro tiende a seguir los estímulos rítmicos y que se sintoniza con ellos (No solo con el sonido si no también con la luz que también es vibración). Por lo tanto si hacemos que una persona oiga un ritmo de frecuencia 10 Hertz y que vea una luz parpadeando y sincronizada con la misma frecuencia, conseguiremos en relativo poco tiempo un estado de relajación inducido artificialmente, clasificado dentro de los estados Alfa.
Estas técnicas se pueden utilizar de varias maneras:
- Voluntaria, como medio de
desarrollo personal y de autoconocimiento. Inducción (aumentar el
rendimiento en los estudios, desprogramar hábitos)
- Pasiva, para inducir estados de
relajación o concentración.
- Forzada: donde se aplicarían
estas técnicas para hacer más efectiva la hipnosis. O la hipótesis, hoy
muy en boga, de las técnicas de
control mental de masas, presuntamente utilizadas por agencias
gubernamentales para anular las voluntades individuales.
Las técnicas
Desde hace tiempo se han
utilizado varias técnicas para inducir estados alterados de conciencia basados
en el sonido. Se sabe que en los templos budistas se enseña a los novicios a
sincronizar el cerebro con campanadas a ritmo adecuado. Se han utilizado
metrónomos, sonidos naturales, (ruido blanco, lluvia) con más o menos éxito
para conseguir estados pre-hipnóticos o vencer el insomnio. Pero ha sido en las
últimas décadas cuando la investigación se ha desarrollado por caminos más
efectivos: electromagnetismo, TENS, FOSFENISMO (es un conjunto de técnicas para aumentar las capacidades cerebrales
mediante un método basado en reacciones fisiológicas: LOS FOSFENOS, que se
obtienen con cortas observaciones de una fuente luminosa adecuada y que
persisten durante tres minutos), etc. Centrándonos en los que utilizan el sonido,
(son en principio los más baratos, accesibles y con menos problemas de efectos
secundarios). Los principales son: Megabrain o sincronizador cerebral y
Grabaciones Inductivas.
- Megabrain: Relativamente caros,
combinan luz y sonido, se basan en la respuesta de seguimiento del cerebro
a los impulsos externos. Su efectividad es debida a la suma de los
impulsos sonoros con los luminosos. Con el tiempo el organismo se habitúa
y pierde efectividad aunque los efectos son acumulativos (es decir lo
logrado, permanece).
- Grabaciones Inductivas: Baratas
de producir y a mi entender más efectivas que los megabrain ya que es en
el interior del cerebro donde se produce la "imagen sonora". En
esta última técnica es donde nos vamos a centrar.
Grabaciones Inductivas:
Se pueden dividir en dos
partes: Tonos específicos. Música modificada. Ambas técnicas están basadas en
la respuesta de seguimiento del cerebro pero en esta ocasión se produce en el
interior de él por medio de "latidos binaurales" inaudibles por los
oídos pero que el cerebro sí reconoce. Esta técnica la descubrió y desarrollo
Robert Monroe. (Monroe Institute).
Este proceso denominado por Monroe: Hemi-Sync, (sincronización hemisférica) consiste en la audición simultánea de dos tonos de frecuencia diferente, uno por cada oído, sincronizándose el cerebro a la diferencia de los tonos. De esta manera se consigue que el cerebro reconozca frecuencias muy bajas que el oído de manera directa no puede (recordemos que el margen del oído humano es de 20 ciclos a 20.000 y el cerebro "trabaja" de 5 segundos por ciclo a 30 ciclos por segundo) Ejemplo: si en el oído derecho oímos un tono de 200 ciclos y en el izquierdo uno de 205 ciclos, el cerebro se sincronizará de manera asombrosamente rápida a una frecuencia de 5 ciclos que correspondería a un estado Theta. Los tonos específicos serían el ejemplo citado.
Este proceso denominado por Monroe: Hemi-Sync, (sincronización hemisférica) consiste en la audición simultánea de dos tonos de frecuencia diferente, uno por cada oído, sincronizándose el cerebro a la diferencia de los tonos. De esta manera se consigue que el cerebro reconozca frecuencias muy bajas que el oído de manera directa no puede (recordemos que el margen del oído humano es de 20 ciclos a 20.000 y el cerebro "trabaja" de 5 segundos por ciclo a 30 ciclos por segundo) Ejemplo: si en el oído derecho oímos un tono de 200 ciclos y en el izquierdo uno de 205 ciclos, el cerebro se sincronizará de manera asombrosamente rápida a una frecuencia de 5 ciclos que correspondería a un estado Theta. Los tonos específicos serían el ejemplo citado.
La música modificada
sería una composición musical cualquiera o sonido grabados (siempre estéreo)
que posteriormente se procesan por medio de variaciones de fase o técnicas
similares. Las dos opciones se pueden programar en tiempo y efectos
relativamente fáciles, generando a voluntad el estado de conciencia deseado.
Los efectos son acumulativos igual que en los Megabrain pero más efectivo ya
que no son estímulos externos, sino que se producen en nuestro cerebro. Es casi
imprescindible usar con auriculares estéreo o con altavoces situados
correctamente para una imagen estéreo perfecta.
Todas estas técnicas se deben escuchar sentado
cómodamente o mejor tumbado procurando no estar en un ambiente donde te puedan
molestar o sobresaltar.
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